Un nuevo mandamiento

Jn.13:34  “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros”.

Sobre el amor se han dicho ya muchas cosas, tanto como definición como por medio de ejemplos.

Lo primero que pienso al preparar este devocional es que este libro —La Biblia— es un libro de amor.

En él encontramos el amor de Dios por su pueblo —Israel— a través de muchísimos capítulos y libros.

También encontramos un extremado amor por cada uno en particular, mediante el sacrificio que Dios hizo entregándonos a su Hijo para nuestra salvación.

—Y esto fue porque nos ama “de tal manera”.

Pero hoy me gustaría centrarme en diversos aspectos de aquel que ama.

En el texto de hoy se nos da un mandamiento: Que os améis unos a otros”.

Lo primero que hacemos es preguntarnos: ¿Se puede amar por orden? — ¿Porque nos lo ordenan?

Hnos., quizá nos parezca que el amor es algo que tiene que ver con los sentimientos, y no podemos mandar en ellos.

Pero, ¿es esto cierto? — ¿Se puede amar porque me propongo amar?

He mirado en internet sobre: “El amor es un sentimiento o una decisión”. —Y me he llevado una gran sorpresa.

La mayoría, si no todas, las entradas que he visto dicen que es una decisión más que un sentimiento.

La palabra de Dios nos dice que hemos de amar a nuestras esposas. “Maridos, amad a vuestras mujeres”.

Esto es un imperativo. —Al principio leímos que el amor es un mandamiento, aquí leemos de un imperativo.

Estamos en una sociedad que nos enseña a vivir del sentimiento; de hacer “lo que te dicte el corazón”.

Sin embargo, como he dicho, todas las entradas de internet decían que es una decisión.

Es escandaloso ver la cantidad de divorcios que existen porque, sencillamente: “El amor se fue”.

Hnos., el amor es la voluntad diciendo constantemente al sentimiento: “Voy a seguir amando”.

El amor no es solamente emocional, es intencional. — Cuando amas, hay una manera de seguir amando:

—Decidiendo cada momento seguir amando.

Cuando el amor fluye, de no seguir teniendo y manteniendo esa intención de amar, será muy efímero.

—Será tan voluble como son los sentimientos en sí.

—Pero lo que mantiene el amor es la constante decisión de amar.

Quisiera que considerásemos al menos estas cinco cosas que el verdadero amor es o debe ser:

  1. El amor es estable y proporciona estabilidad.  Efe.6:24 nos habla de un amor estable (inalterable).

“La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Amén”.

  1. El amor es útil para todas las cosas. Todo se puede hacer decidiendo poner amor en ello.

“Todas vuestras cosas sean hechas con amor”. 1Cor.16:14.

  1. El amor es comprensivo. —Entiende y procura entender perfectamente las necesidades, anhelos y aspiraciones de otros. —No se interesa solamente por lo suyo.  Fil.2:4 nos dice:

no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”.

  1. El amor es ejemplar. —Estimula a los demás a amar. Por eso es tan necesario que en nuestros hogares impere el amor de los padres, para que los hijos aprendan y les imiten. Pablo le dice a Timoteo:

“… sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza”. 1Tim.4:12.

  1. El amor es honesto. —No anda con doblez, ni esconde nada, ni es hipócrita. —Es sincero y abierto.

Pablo escribe a los corintios: “Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas, no para que fueseis contristados, sino para que supieseis cuán grande es el amor que os tengo”.

Hnos., y amigos, estamos en un mundo lleno de egoísmo, rebeldía y odio.

Tanto las películas como los video juegos, las series, etc. hacen un sobre énfasis en la violencia. —Peleas, asesinatos, venganzas, guerras sangrientas etc., etc.

—El amor solamente se representa como sexo, y cada vez más explícito, para levantar pasiones especialmente entre los más jóvenes.

El Señor nos dice: “Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros”.

Pero el Señor sigue en el versículo siguiente: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”.

Y esto es para nosotros los creyentes: En este mundo de odio, lo que más impacto hará es el amor de los unos a los otros.

Pienso que el evangelismo más productivo es el mostrar a los demás el amor que el Señor ha puesto en nosotros.

Cuando tenemos visitas debemos mostrarles el amor que ellos no conocen pero que necesitan.

Vivimos en la sociedad más adecuada para mostrar el amor de Cristo a un mundo perdido.