Sobre el infierno

Luc.16:19-31     Muchos hoy en día son los que no creen en el infierno. —No pueden imaginarse lo que es ese lugar, y prefieren no creer que existe.

Muchas religiones que no creen en la Biblia rechazan esta idea de un infierno de tormento.

Pero esto es, como se dice que hace el avestruz, esconder su cabeza.

—Parece ser que esto es un mito. No entierran la cabeza para esconderse.

Pero yo quisiera en esta mañana que podamos entender de una vez por todas, que el infierno es real.

El Señor Jesús es quien más habló sobre el infierno con advertencias como estas:

Mat.10:28 “Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”.

Y pregunto, ¿cuál es la diferencia entre que alguien te mate o que seas echado al infierno?

Observemos que pueden matarte solamente pueden matar el cuerpo, pero no el alma.

Sin embargo, dice: temed más bien a aquel que puede echar el cuerpo y el alma en el infierno.

¿Por qué hay que temer más una cosa que la otra? —Si matan el cuerpo, al alma no la pueden matar.

Pero lo peor es que aquel que tiene toda potestad te lleva al infierno alma y cuerpo.

A modo de paréntesis. —Démonos cuenta que el Señor habla de una separación del alma y del cuerpo como cosas distintas. —Cosa que niegan algunos grupos religiosos.

Mat.23:33 “¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?”

La palabra condenación aquí es en Gr. “Krisis”, y refiere a un juicio de condenación, no de aniquilación.

2Pe.2:4 “Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio”.

Aquí encontramos otro aspecto del infierno al que el Señor Jesús se refiere: para ser reservados al juicio”.

En ese lugar llamado infierno, estarán a la espera de un juicio. No es un lugar de aniquilación.

Ahora, volviendo al pasaje que leímos al principio, nos daremos cuenta de varias cosas que el Señor nos desvela a cerca de este lugar llamado infierno. —Hay al menos siete cosas que podemos aprender de ese lugar.

  1. Este lugar es un lugar de fuego. —El rico estaba atormentado en una llama. Ver.24b.
  2. Es un lugar de sufrimiento. —Donde hay aniquilación no hay tormento. El pasaje lo repite cuatro veces.
  3. En este lugar se recuerdan cosas. —La memoria no se perderá. —El rico recordaba a sus hermanos.
  4. En ese lugar se tendrán deseos que no se podrán satisfacer. —Pide un deseo, pero no se podía cumplir.

Él deseaba que alguien avisara a sus hermanos para que no fuesen allí con él.

  1. En ese lugar se siente la impotencia de no poderse ayudar uno mismo. —Pero tampoco nadie le podía ayudar. —No puede dar consuelo a su lengua.
  2. Ese lugar está separado.  En un lado están no temían al Señor. El otro lado es donde están los que, como Lázaro, fueron temerosos de Dios.

Mientras unos son atormentados (no están aniquilados) los otros al otro lado están siendo consolados.

  1. Ese lugar es un lugar de espera hasta el juicio final. —El Juicio del Gran Trono Blanco.

Apo.20:13b “…y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras”.

Yo espero que todos aquí hayan comprendido que el infierno no es un mito para meter miedo a la sociedad.

El Señor Jesucristo vino para entregar su vida y derramar su sangre para perdonar a todos aquellos que le tomen como su Salvador.

Y la pregunta es, si no existe ese lugar de tormento del que Cristo nos quiere salvar, entonces ¿Por qué habría Él de morir por nuestros pecados? —Si al fin y al cabo, no hay tal lugar.

—Tendríamos que pensar que incluso nos engañó, porque nos habla de un lugar que no existe.

Es más, en Apocalipsis 1:18 nos dice él mismo: “y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades”.

El Hades es ese lugar que está dividido en dos partes, de lo cual ya hemos hablado.

—El concepto del Hades es: El lugar donde van los muertos. —Unos al Seno de Abraham o Paraíso.

Los otros al lugar de tormento o infierno. —De manera que el infierno es una parte del Hades.

Después de la resurrección de Cristo el Paraíso salió del Hades y ahora está con Dios.

El Señor, cuando murió llegó al seno de Abraham o Paraíso, y en la resurrección, llevó el Paraíso con Él.

Pablo subió al tercer cielo, o sea, como él mismo dice: al Paraíso, según dice en 2Cor.12:2-4.

Una cosa final: Cristo tiene las llaves de la muerte y del Hades. ¿Tiene las llaves de algo que no existe?

En Apo.20:14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda”.

Una pregunta final: ¿Se puede lanzar algo que no existe?

Creo que todos creemos que la muerte existe, ¿por qué no habría de existir el infierno?

Ambos fueron lanzados juntos al lago de fuego.