miércoles, noviembre 1

Sobre las mentiras

Jos.2:1-12

He escogido este pasaje porque hay muchos cristianos que se apoyan en este pasaje para decir que hay mentiras que se pueden decir.

Yo quisiera en esta mañana que nos diésemos cuenta de que esto es falso.

—Dios no aprueba ninguna clase de mentira; ni mentira piadosa ni mentira inocente.

Hnos., la mentira es algo que Dios detesta. —Ya sea ésta para conseguir un bien o para evitar un mal.

Hay bastantes casos de personas en la Biblia que mintieron o engañaron.

Génesis 3:4  Satanás engañó a Eva para poder destruirla. —Él es padre de mentira.

Génesis 4:9 Cuando Dios preguntó a Caín por Abel, él dijo: “No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?”

Génesis 12:11 Abraham miente ante el Faraón por temor a que lo maten, diciendo de Sara: Es mi hermana.

Génesis 18:10-15 Sara mintió al Señor diciendo que no se había reído intentando engañar al Señor.

Génesis 27 Jacob engañó a su padre Isaac, para quedarse con la bendición de Esaú.

Génesis 37:32 Los hermanos de José engañan a su padre Jacob para ocultar lo que le habían hecho a José.

Mateo 2:1-12  Herodes engañó a los magos para poder matar a Jesús.

Mateo 26:59  Los judíos acusan a Jesús con mentiras y medias verdades para condenarle.

Hechos 5 Ananías y Safira mienten a Pedro y a la iglesia para mostrar una mayor consagración ante los demás.

En la actualidad, y también entre los creyentes, se encuentran quienes mienten por estas 7 causas principales.

  1. Para obtener ventajas económicas injustas, ganancias deshonestas o para robar a otros.
  2. Para evitar el sufrimiento o algún problema.
  3. Para exaltarse a uno mismo.
  4. Para evitar un castigo o disciplina.
  5. Por avaricia o amor al dinero.
  6. Para humillar a otros, por causa de celos o envidia.
  7. Para aparentar lo que no se es.

Volviendo al caso de Rahab podemos preguntarnos: ¿Aprobó Dios su mentira? ¿La bendijo por su mentira? ¡NO!

  1. Los mensajeros no le dijeron que engañara a los que les buscaban.
  2. Tampoco le dijeron que mintiese a los que les perseguían.
  3. Ella no era perfecta, pero tenía fe en el Dios de Israel.

Ella sí les pidió a los espías que le juraran que la librarían a ella y a su familia.

Ver.12 “Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal segura”.

La bendición fue que luego ellos cumplieron su juramento.

Esto nos muestra una verdad que se encuentra en toda la Biblia: —Aunque no seamos fieles, Él permanece fiel.

Dios no miró la mentira de Rahab y dijo: Porque ayudó a los espías mintiendo, yo la bendeciré.

El énfasis de la historia narrada es que ellos cumplieron lo que habían jurado: —No la mintieron.

No debemos confundir la fidelidad de los espías con Rahab con la aprobación de Dios por su mentira.

La Biblia no dice que aprobaran su mentira, ni ninguna otra mentira de las que hemos visto.

De no ser así, Dios se estaría contradiciendo. —Porque Él mismo dice:

Sal.5:6 Destruirás a los que hablan mentira; Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová”.

Col.3:9No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos”.

El Señor es honesto en explicarnos las cosas como son. —No tiene ninguna intención de esconder nada.

Pero nada más lejos que entender con estas historias que Dios aprueba algunas mentiras.

Dios es muy severo con las mentiras.

Apo.21:8 “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre que es la muerte segunda”.

Apo.21:27 “No entrará en ella (La Ciudad Celestial) ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero”.

Apo.22:14-15 “Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. 15 -Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira”.

Hnos., la mentira es del Diablo, y todo lo que no procede de la verdad es pecado.

1Jn.2:21 “…ninguna mentira procede de la verdad”.

Entre los hombres, lo peor de mentir es que se pierde toda credibilidad. ¿Cómo saber cuándo dice la verdad?

Hay un dicho castizo que dice: “Se coge antes al mentiroso que al cojo”.

La mentira necesita más mentiras para sostenerse, pero pensemos que, para Dios, ¡la mentira es abominación!