Puentes o muros

2Cor.6:14-18 Es muy popular en nuestros días hablar de derribar muros y trazar puentes.

Pero en el ámbito de la vida cristiana, me pregunto si esto será lo que el Señor nos manda.

¿Está en consonancia con la Biblia este pensamiento de derribar muros y trazar puentes?

La doctrina de la Separación Bíblica es una doctrina que siempre se ha tenido en cuenta de forma natural.

Hoy día, que es cuando más falta hace practicarla, es cuando más se critica.

Este pensamiento de derribar muros y edificar puentes es muy humanista.

Algunos refieren al Señor Jesús como alguien que derribó muros. —Y ponen estos ejemplos:

  1. Cuando el Señor se quedó hablando con la mujer samaritana rompió dos muros:

Rompió el muro de hablar a solas con una mujer, y rompió la barrera que había entre judíos y samaritanos.

  1. Jesús se sentaba con publicanos y pecadores, algo que estaba mal visto por los religiosos.

También podríamos añadir el ejemplo de Pedro cuando el Señor le dijo: “Pedro, mata y come”.

Más tarde Pedro entendería que se estaba derribando el muro entre judíos y gentiles.

Pero sobre todo, debemos entender que estas cosas no implicaban conductas pecaminosas.

El Señor nunca se contaminó con el pecado.

La Palabra de Dios nos dice que él fue apartado de los pecadores. —Refiriéndose a Cristo, dice:

Heb.7:26 “Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos”.

Hace falta separarse del pecado; de lo que nos contamina.

Nosotros, los creyentes, debemos protegernos del mal rampante que hay alrededor nuestro.

Los detractores de los muros, hablan de la falta de libertad… de estar encerrados entre muros.

No entienden que estamos en una guerra espiritual.

Examinemos por un momento qué es una fortaleza y para qué sirve.

¿Para encerrar a los que están dentro o para defenderlos de los ataques que vienen de afuera?

Los que están fuera pueden ver a los que están dentro como encerrados, pero los que están dentro se ven como defendidos y protegidos.

Esto es lo que pasa con la doctrina de la Separación Bíblica.

La práctica de la Separación Bíblica es esencialmente para nuestra protección.

¿Por qué tenemos muros que nos rodean donde vivimos?  — ¿Por qué tenemos puertas con cerrojos?

¿No es precisamente para estar protegidos?

Y, precisamente, esta protección nos indica que hay peligros fuera de los que debemos protegernos.

Tú y tu familia estáis resguardados dentro de los muros.

¿A caso nos sentimos encerrados?  — ¿O más bien nos sentimos protegidos?

Aquellos que se sienten encerrados en vez de protegidos, es porque no se dan cuenta de los peligros espirituales que hay fuera. —Son aquellos que no ven la guerra en la que estamos.

Que no saben discernir la era (siglo) en la que estamos viviendo.

Por otro lado, tender puentes queda muy bien en una sociedad que no quiere muros.

Que no quiere restricciones; que quiere dar rienda suelta a sus sentidos y emociones.

Los liberales no tienen muros, quieren puentes.

Los modernistas no quieren muros, quieren puentes.

Muchos neo-evangélicos pretenden edificar puentes con los católicos.

Los católicos pretenden hacer puentes con otras religiones. (musulmanes, judíos, evangélicos)

Los apóstatas no dan ninguna importancia a la separación bíblica; no la comprenden.

Pero el Señor no se unió en yugo desigual con los fariseos, ni con los escribas, ni con los herodianos, ni con los saduceos.

Sin embargo se sentó con los pecadores y publicanos. —Su cometido era predicar el evangelio sin comprometer la verdad de Dios.

Y este es el ejemplo que debemos seguir nosotros. — Predicar el evangelio sin comprometer la verdad.

Hemos de ser muy celosos en guardar la Fe que fue una vez dada a los santos.

Por eso debemos contender ardientemente por ella. — Debemos defenderla a capa y espada.

Y por ello se hace necesario protegernos con los muros de la Verdad.

Cuando el Señor dice que tomemos toda la armadura de Dios, es una forma de protección contra los ataques a la FE. —De hecho, la armadura está haciendo de muro personal.

Debemos predicar el evangelio al mundo sin pertenecer al mundo.

La palabra ekklesia significa llamados fuera. —El Señor nos dice que estamos en el mundo pero no somos del mundo. —Y nos dice también: “Salid de en medio de ellos”.