Cordón de Azul

Núm.15:37-41

Este pasaje nos muestra un aspecto práctico de Dios. Nos habla de que su pueblo debía poner una franja de azul en el borde de sus vestidos. Y enseguida nos da las razones para hacerlo: Para recordar.

Ver.39 “para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová…”.

No es la única vez que el Señor hace esto de ser práctico.

En Deut.6:8-9 también vemos algo parecido: Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes (columnas, paredes) de tu casa, y en tus puertas”.

La idea es bien sencilla: Debemos hacer cosas para que nos recuerden la Palabra de Dios. Dios sabe de nuestras debilidades.  —De nuestros despistes.  —De nuestros olvidos.

Sabe que estamos muy involucrados en las cosas de la vida cotidiana y nos absorben. Pero Él nos da un remedio para que recordemos; —o más bien, para que nos recuerden Su Palabra. Notemos que el propósito de llevar este cordón de azul era doble:  1. Una distinción ante los demás, y  2. Un recordatorio.

1. Una distinción pública. “Habla a los hijos de Israel”.

El cordón de azul había de ser para su pueblo. El Señor desea que su pueblo sea diferente, distinguido entre los otros pueblos.

1Pe.2:9 Nos dice: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”.

Un ejemplo de llevar un cordón de azul puede ser, el llevar tu Biblia bien visible. Muchos llevan su Biblia de incognito, como si de un secreto se tratara. Alguno puede que se avergüence de que le vean con ella, no vaya a ser que se rían, o le pregunten.

2. Para recordatorio personal. “para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová”.

Lo que hemos referido del texto en Deut.6 era para que al verlas señales en los postes, paredes y puertas de las casas les recordara la Palabra de Dios. Y este recordatorio personal debía recordarnos tres cosas:

Veamos el Ver.40 “Para que os acordéis, y hagáis todos mis mandamientos, y seáis santos a vuestro Dios”. Este recordatorio tenía tres propósitos:

  • Para acordarnos de los mandamientos del Señor.
  • Para ponerlos por obra.
  • Para que seamos santos.

Este cordón de azul es para acordarnos de las cosas de Dios. ¿Alguna vez te has cambiado el anillo o te has atado algo a un dedo para que te recuerde algo pendiente?  Al ver el lazo en tu dedo te acuerdas de lo que tenías que hacer.

Pienso que este es el mismo sentido. —Es una ayuda para que nos recuerde la Palabra de Dios. Con el fin de que los obedezcamos y por ellos seamos santos a nuestro Dios.

Ver.39  “y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis”.

Se nos está advirtiendo sobre nuestro corazón y sobre nuestros ojos. Los sentimientos del corazón son engañosos.  —Los ojos miran las cosas que son vanagloria.

1Jn.2:16 “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”.

Pero el Señor nos ayuda y nos da la idea: —Pon algo donde tengas tropiezo para que te recuerde los mandamientos de Dios, para que los pongas por obra y seas santo al Señor.

  • El anillo de casados o prometidos nos recuerda que nos debemos a alguien.
  • Una Biblia visible por la calle nos recuerda que somos Sus testigos fieles.
  • Un versículo bíblico sobre la tele nos puede recordar que debemos tener tiempo para Dios.

Piensa en algo que pueda ayudarte a vivir o hacer algo para el Señor o para tu vida cristiana. Quizá sea apropiado meditar un momento en las cosas que nos son problema y decidir poner algo como este cordón de azul.