Cánticos y Alabanzas

Sal.33:1-3

El versículo en el que quisiera basarme es el versículo 3, que dice: “Cantadle cántico nuevo; Hacedlo bien, tañendo con júbilo”, Sal.33:3. Es muy importante que entendamos que el creyente ya no canta los cánticos antiguos. Aquellos cánticos que agradaban a nuestra carne.  —Las canciones del mundo. Nos dice el Señor que ahora los cánticos deben ser nuevos. Los nuevos cánticos se deben corresponder a la nueva naturaleza que el Señor nos ha dado.

2Cor. 5:17 nos dice: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.

El creyente ha sido hecho una nueva criatura.   —Dios ha puesto de Su naturaleza en nosotros. Ahora, las cosas viejas pasaron:  —¿Cuáles cosas viejas han pasado? Muchas de nuestras amistades, relaciones, chistes, groserías, palabrotas, forma de vestir, y, entre estas y otras cosas, la música vieja. Ahora el Señor nos habla de tener cosas nuevas: “he aquí todas son hechas nuevas”.

¿Qué cosas son ahora nuevas? —Nuestra filosofía de la vida, nuestros pensamientos, nuestra ropa, nuestras bromas.  —Ahora tenemos un nuevo Señor, una nueva esperanza, unas nuevas perspectivas… Y entre todas estas cosas: Un cántico nuevo.

Sal.40:1-3Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;  Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.  Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová”.

Sal.96:1Cantad a Jehová cántico nuevo”.

Sal.98:1 “Cantad a Jehová cántico nuevo, Porque ha hecho maravillas”. La más importante, la salvación.

Sal.144:9 “Oh Dios, a ti cantaré cántico nuevo; Con salterio, con decacordio cantaré a ti”.

Sal.149:1 “Cantad a Jehová cántico nuevo; Su alabanza sea en la congregación de los santos. (La iglesia).

En el versículo al que nos referíamos al principio (Sal.33:3) hemos leído se nos habla de tres cosas: 1. Cantar cántico nuevo. 2. Hacerlo bien. Y, 3. Con júbilo.

1. Cantar un nuevo cántico. —Sobre cantar un cántico nuevo ya hemos hablado. 

Debe ser un cántico que corresponda a nuestra nueva naturaleza. A nueva naturaleza, le corresponde un nuevo cántico. ¿Cómo usaremos las antiguas músicas y estilos del mundo para alabar a nuestro Padre Celestial?  Los estilos del mundo son para el viejo hombre; no para las nuevas criaturas.

2. Hacedlo bien.  Esto nos habla de esforzarnos por hacerlo bien; lo mejor posible.

Hace poco estábamos hablando de que lo que no requiere esfuerzo, no tiene valor. Pensar que lo que estamos cantando es para nuestro Dios, debería provocar nuestro esfuerzo por hacerlo bien. Lo mejor que nos sea posible. El Señor ve tu esfuerzo y voluntad.

3. Tañendo con júbilo. Esta palabra: júbilo, nos habla de hacerlo con gozo y alegría.

Si nuestro instrumento es el piano, o la flauta o el violín, tocar con júbilo. Regocijo y entusiasmo son buenos sinónimos de la palabra júbilo. Es lo contrario de desgana, sin entusiasmo, sin determinación por conseguir lo que se desea. Si tocas el piano, hazlo con júbilo. —Si tocas la flauta, hazlo con fervor. Si tocas el violín, hazlo con entusiasmo. Si cantamos, que es el instrumento de la mayoría, canta con entusiasmo y regocijo.

Es algo muy curioso: dependiendo de nuestro estado de ánimo, así cantaremos con fervor o sin entusiasmo. Por eso es bueno, antes de llegar a la iglesia, estar preparado para lo que vamos a hacer aquí. Vamos a encontrarnos con nuestro Dios, y vamos a cantarle con todo nuestro corazón, mostrándole cuánto apreciamos lo que Él nos ha dado y nos sigue dando.

¿Estás agradecido al Señor por su salvación, su gracia y sus bondades para contigo? Canta un cántico nuevo, esfuérzate por hacerlo lo mejor que puedas, y hazlo con júbilo. —gozo.

Meditemos un momento en esto y luego entonaremos un himno en el que podremos ensayar lo que hemos visto en estos versículos.   

(Cuál mejor que el Himno nº 16)