miércoles, noviembre 1

Poniendo las cosas en PerSpectiva

Si te despiertas esta mañana con más salud que enfermedad, tu eres más bendito que los miles de miles que por sus enfermedades no sobrepasarán esta semana.

Si nunca has experimentado el peligro de la guerra, la soledad de la cárcel, la agonía de la tortura, y la pena del hambre, tu eres más bendecido que los 500 millones de personas que sufren estas cosas.

Si puedes asistir a tu iglesia sin ningún miedo de ataques, arrestos o torturas de muerte, tu eres más bendecido que 3.000 millones de personas en el mundo.

Si tienes comida en tu nevera, ropa en tu armario, un techo sobre tu cabeza donde cobijarte, y una cama donde reposar, tu eres más rico que las tres cuartas partes del mundo.

Si tienes algún dinero en el banco, en tu cartera, y algunas monedas en cualquier lugar de la casa, tu estás contado entre el 8% de los más ricos del mundo.

Si tus padres siguen casados y juntos y están vivos, tu eres alguien muy raro.

Si puedes levantar tu cabeza con una sonrisa en tu rostro y estás verdaderamente agradecido, tu eres bendito, porque muchos podrían hacerlo, pero no lo hacen.

Si puedes estrechar la mano de alguien, o darle una palmada en el hombro, tu eres bendito, porque puedes dar consuelo que tantos millones necesitan.

Si tu crees en Jesús como el Hijo de Dios, tu eres parte de una minoría en el mundo.

Si puedes leer este mensaje, tu eres más bendecido que los más de 2.000 millones que en el mundo no pueden leer nada.

 

DE VEZ EN CUANDO HEMOS DE PONER LAS COSAS EN SU JUSTA PERSPECTIVA.

«¡¡ESPERAMOS MUCHO DE LO QUE NO TENEMOS Y APRECIAMOS DEMASIADO POCO LO QUE TENEMO!!»