La verdadera integridad

Job.2:3-9

Entiendo que todos conocemos la historia de Job y las enseñanzas que se derivan de ella.

En Job.1:1, 8 y 2:3 el Señor mismo nos da testimonio de la vida de Job.

“…perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal”. Esto se dice en los tres versículos citados.

La palabra integridad aparece 38 veces en la Biblia.

Los que más: Salmos: 16 veces. —Job: 7. —Proverbios: 6. —El resto de la Biblia: 9 veces.

El significado es: intacto, entero, no tocado o no alcanzado por un mal.

Podríamos decir en resumen: Que permanece igual a pesar de su entorno.

Cuando el entorno cambia el íntegro continúa igual.

Si nos damos cuenta, Satanás quiere demostrar que Job no seguiría íntegro si se cambiaba su entorno.

Y le dice a Dios: “¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra. 11 – Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia”.

Algo así como: cambia su entorno de bienestar y verás que no es tan íntegro.

Tan recto que dices que es, verás cómo te blasfema cuando cambie su entorno.

Y vemos que Dios le dio permiso para cambiar su entorno de bienestar.

Satanás emplea toda su malicia para herir a Job, no solo en lo material, sino en las cosas más íntimas y dolorosas, como es la pérdida de sus 10 hijos.

La crueldad de Satanás no tiene límites.

Pero Job, después que recibió todas estas malas noticias, continuó con su integridad.

Vv.20-22 “Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, 21 – y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. 22 – En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno”.

Esta última frase es una clara prueba de la integridad de Job.

Job 2:3 Aquí vemos como el Señor hablando con Satanás y haciendo referencia a la integridad de Job.

“y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa”.

Pero Satanás procuró cambiar todavía más el entorno de Job. — Ahora quería tocar su cuerpo.

Y Dios le concedió permiso para tocar su cuerpo, pero no su vida.

Cuando Job recibió la maldad que con saña Satanás le provocó en su carne, entonces le dijo su propia mujer:

Ver.9 “¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete”. —¿Acaso ser íntegro era malo?

Pero Job contesta con esa misma integridad: ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?”

Y nos dice La Palabra que “En todo esto no pecó Job con sus labios”.

Lo que buscaba Satanás era provocar que Job blasfemase delante de Dios cuando su entorno cambiase.

Pero Job no pecó con sus labios. — No blasfemó aún cuando cambió su entorno.

Hnos. el verdadero carácter de una persona se pone de manifiesto cuando las circunstancias cambian a su alrededor.

Cuando viene la desgracia, la adversidad, el dolor, la pérdida, la angustia… entonces se pone de manifiesto lo que hay en el corazón.

Pablo era el mismo teniendo mucho que teniendo poco.

—Había aprendido a ser íntegro cualquiera que fuese su situación.

Cantaba y oraba tanto estando en la cárcel como fuera de ella.

Josué le dijo al pueblo: “Ahora,  pues,  temed a Jehová,  y servidle con integridad y en verdad”. Jos.24:14

Pablo dijo a Tito: “presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, 8 –  palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros”. Tito 2:7-8.

Pero debemos acabar este pensamiento preguntándonos: ¿Qué tal somos nosotros cuando cambian las circunstancias?

¿Nos mantenemos en la fe cuando llega la tragedia?

¿Somos igual cuando estamos solos que cuando estamos con otros?

¿Somos los mismos estando en la iglesia que estando en cualquier otro lugar?

Porque si nuestro comportamiento, palabras y hechos son diferentes dependiendo de la circunstancias, es que no somos creyentes íntegros.

Hnos., tomemos ejemplo de Job: él fue el mismo delante de Dios con indiferencia de su entorno.

Cuando las circunstancias de nuestro entorno cambien, debemos  mantenernos fieles.

Esta es la integridad que debe tener un cristiano.