El pecado de ignorancia también es pecado

Lev.4:1-35

Cuando hemos leído el libro de Levítico, ¿no hemos pensado alguna vez: Qué bien que no estamos en el antiguo Pacto? ¡Cuantos sacrificios deberíamos estar haciendo constantemente!

Pero el libro de Hebreos nos dice repetidas veces:

He.10:12

“pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios”.

Los sacerdotes también estaban sujetos a los sacrificios por ellos mismos. Ellos también tenía que sacrificar por sus pecados. También el hombre llamado a ser siervo del Dios Altísimo, tenía que ofrecer sus sacrificios por sus propios pecados.

Dios llama a hombres a servirle, no a superhombres o semidioses. No son una élite a parte de la congregación. También tenían que ofrecer sus propios sacrificios. En este capítulo 4 se nos habla de los pecados cometidos en ignorancia.

Lev.4:2

“Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguna persona pecare por yerro en alguno de los mandamientos de Jehová sobre cosas que no se han de hacer»

LEER Pecado del pueblo. Vv.13-14 – Pecado del jefe. Vv22-23 – El individuo. Vv.27-28

La lección es sencilla:
Podemos pecar por ignorancia, pero el pecado de ignorancia no deja de ser pecado. No pensemos jamás que hacer algo contrario a las enseñanzas del Señor, si se hacen sin saberlo no pasa nada.
Los pecados hechos en ignorancia siguen siendo pecado y tienen su culpa.

Ahora bien: ¿Qué nos enseña este pasaje?
Cuando el pecado que se hizo por ignorancia se llegue a saber, debe ser confesado delante de Dios. “Ignorantia juris non excusat”(La ignorancia de la ley no es excusa).

El artículo 6:1 del Código Civil dice: La ignorancia de las leyes no excusa de su cumplimiento. El Señor nos está diciendo esto mismo: Hay pecado que se hace por ignorancia.

Pero cuando se llegue a conocer, ese pecado deberá ser expiado. Hacía falta derramamiento de sangre. El pecado es transgresión de la Ley de Dios. No depende de si lo conocemos o no. —De hecho, por eso debemos estar instruidos en Su Ley. Naturalmente no se puede expiar ni reconocer hasta que se conozca. Pero cuando conocemos que hicimos pecado, el hecho de que se hizo en ignorancia no nos es excusa para llevarlo a la expiación.

Lev.5:17-19

“Finalmente, si una persona pecare, o hiciere alguna de todas aquellas cosas que por mandamiento de Jehová no se han de hacer, aun sin hacerlo a sabiendas, es culpable, y llevará su pecado. Traerá, pues, al sacerdote para expiación, según tú lo estimes, un carnero sin defecto de los rebaños; y el sacerdote le hará expiación por el yerro que cometió por ignorancia, y será perdonado. Es infracción, y ciertamente delinquió contra Jehová”.

Es evidente que al momento de cometer ese pecado de ignorancia no podemos arrepentirnos ni hacer nada. Pero el énfasis recae en: “luego que conociere su pecado traerá su ofrenda por el pecado”.

El remedio estaba entonces en traer un animal para derramar su sangre sobre el altar. Damos gracias a Dios por su Don inefable. Él envió a su Hijo para que por un solo sacrificio se acabara con todo el sistema sacrificial del A.T.

Ahora el remedio está en que, cuando conozcas tu pecado hecho en ignorancia, lo confieses.
Y la sangre del Cordero limpiará ese pecado. El llevar el animal al sacrificio era el reconocimiento del pecado y la culpa. Así también nosotros, al conocer nuestro pecado debemos traerlo al Altar para que la sangre de Jesucristo nos limpie de todo pecado: También los cometidos en ignorancia.

“Y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de TODO pecado”. —1 Jn.1:9 Que si confesamos….