miércoles, noviembre 1

Cuánto vale el Señor para ti

Éxodo 21:32

Zac.11:12-13

Justamente el precio de la pérdida de un esclavo que murió accidentalmente por un buey.

Con esta cantidad se compensaba y resarcía la pérdida de un esclavo.

Para los sacerdotes él valía 30 monedas de plata. —Al precio de hoy serían entre 100-300€

Ni siquiera le dieron el valor de un hombre libre. Le trataron como a un esclavo.

Así fue que le trataron antes en el pretorio y después en la cruz.

Cuando pedían a gritos a Pilato: “crucifícale”, estaban tratándole como lo peor de la sociedad.

Como un malhechor despreciable.

Cuando estaba en el pretorio le trataron como a tal, con golpes esputos, bofetadas.

Se mofaban de él poniéndole una corona, pero de espinas, clavadas en sus sienes.

Le flagelaron, le estiraban de la barba, le dieron puñetazos.

Pero Isaías nos dice que enmudeció y no abrió su boca. —No se quejó.

Uno se da cuenta de cuán fácilmente nos viene a nosotros la queja a la boca.

Algunos comentaristas han sugerido que Judas podría tener un plan que le salió mal.

Él debía pensar que la jugada podría salirle redonda.

Entregaba a Jesús a los sacerdotes, conseguía su dinero, y después el Señor se libraría de ellos.

Por un lado, su remordimiento, porque no fue arrepentimiento.

Por otro lado, cuando vio que el Señor no se defendía y las cosas iban a peor, entonces quiso

devolver las 30 monedas.

Su traición no le salió barata.

Al final de su negocio, Judas se quedó sin paz, sin dinero, sin su Maestro, sin su vida y sin esperanza.

A propósito, ¿sabéis cuál es la definición de traición?

RAE: “Falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener”.

Y esta clara definición me hizo pensar en cuántas veces quebranto la fidelidad y lealtad a mi Señor.

Hnos., esto debe alterar en algo nuestra conducta delante del Señor.

Hablamos de la traición de Judas Iscariote. —Pero, ¿y nuestras traiciones?

¿Por cuánto somos capaces de traicionar nuestra lealtad a nuestro Dios?

¿Por qué cosas dejamos de serle fieles?

Nos es fácil criticar a otros que no son fieles al Señor, pero ¿y nosotros? —¿Y tú y yo?

¿Cuántas veces traicionamos nuestra fidelidad a Dios por cosas más baratas que las treinta monedas de plata?

Judas preguntó a los principales sacerdotes: ¿qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? —Mat.26:15.

Esto demuestra la disposición que tenía de sacar algo, lo que fuese.

—Él no tenía una cantidad prefijada a cambio de su traición.

—No valoró por sí mismo cuánto valía su traición y el valor de aquel a quien iba a entregar.

Al parecer no regateó con ellos tratando de valorar más el acto que iba a cometer y la persona a la que iba a

traicionar.

Los judíos han sido siempre muy peseteros. —Les gusta el regateo.

Además, a Judas le gustaba especialmente el dinero.

Parece que fuese lo que fuese lo que le ofrecieran Judas estaba dispuesto de antemano para tomarlo.

Todo esto me trajo a la consideración y a la pregunta, ¿en cuánto valoro yo mis traiciones a mi Cristo?

¿Lo que saco por mi traición me satisface?

¿Es suficiente cualquier cosa que saque por serle infiel?

Oh, Hnos. y amigos. ¿En cuánto valoramos a nuestro Señor?

—Él, que dio su vida en rescate por nosotros.

—Él, que es perfectamente fiel para con nosotros, y que nunca nos defrauda.

—Él, que según su promesa está constantemente a nuestro lado.

¿Cuánto vale el Señor Jesús para nosotros?

1Pe.2:7 “Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso”. O sea, de mucho valor; de mucha honra.

¿Cuánta honra debemos a nuestro amado Señor?

¿Cuán precioso es para nosotros nuestro bendito Salvador?

Pues, si es muy precioso para nosotros los que creemos, ¿por qué le traicionamos por tan poco?

A veces ni siquiera por valor de 30 piezas de plata.

¿En cuánto valoramos nuestra infidelidad al Señor? —¿Cuánto ganamos con nuestra traición?

—¿Cuánto vale el Señor para ti?  —¿Para mí?

Pensemos en esto antes de quebrantar nuestra fidelidad a nuestro Salvador.