Una diferencia entre religión y fe

Mar.5:24-34

El pasaje nos habla de una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía 12 años. Había gastado todo lo que tenía para procurar su curación. El hecho de que gastara todo lo que tenía nos habla de su interés por ser una mujer limpia ante la Ley. Ella conocía la ley respecto a su enfermedad.

Lev.15:25

“Y la mujer, cuando siguiere el flujo de su sangre por muchos días fuera del tiempo de su costumbre, o cuando tuviere flujo de sangre más de su costumbre, todo el tiempo de su flujo será inmunda como en los días de su costumbre”.

Fijaos que dice: “todo el tiempo de su flujo será inmunda”. —En el caso de esta mujer: ¡Doce años!
Esta mujer ya estaba muy cansada de ser tenida por inmunda. Durante esos 12 años no podía tocar a nadie para no contaminarle y hacerle inmundo también.  Debía tener mucho cuidado con no tocar a nadie. Pero no sólo no lo consiguió, sino que le iba peor.

Mar.5:25

“y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor”.

Y es que la Ley manifiesta el pecado, pero nada puede hacer para limpiar el pecado. Esta mujer confió en que si solamente se pudiera acercar a tocar el manto de Jesús, sería sanada.

Vv.28

“Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva.”

Debemos pensar en lo que le debió costar tocar el manto del Señor. Atreverse a tocar a alguien teniendo su flujo podría haber acarreado la condenación del Sanedrín. Quizá por eso lo hizo escondiéndose.

Ver.29

“Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote”.

Ella sintió dentro de sí que había sido sanada. —El remedio había surtido un efecto inmediato. Y también vemos algo interesante en el Ver.27.

Mar.5:27 “cuando oyó hablar de Jesús”.   ¡Oh, Hnos. y amigos: la fe viene por el oír

¡Ella oyó de Jesús!

Ella oyó que Él sanaba de forma completa y sin dinero. — ¿Por qué no a ella también? (Si Jesús le hubiese de pedir dinero a cambio como los médicos, ya no tenía más recursos) Pero así es la salvación: ¡Completa y gratuita!

Se sentía inmunda por la ley de Moisés.— ¡Pero fue salva por la ley de la Gracia mediante la FE!

Así es con todo aquel que no tiene a Cristo: —Ante la ley es inmundo.

Los hay que gastan mucho, o todo, en una religión, o en remedios psicológicos y en psiquiatras. Y no consiguen salir de su inmundicia. La Ley les sigue apuntando como culpables. Y pasan muchos años en una búsqueda del remedio sin ningún éxito. Pero esta mujer encontró el remedio de una forma definitiva.

Fijémonos en un detalle. Se nos dice que ella tocó el manto de Jesús. Pienso que muy tímidamente.

El Ver. 24 nos dice que le seguía una gran multitud, y le apretaban”.

En el Ver.31 los discípulos le dicen al Señor: “Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?”

¿Has ido alguna vez en el metro o el autobús estando lleno? Pero el Señor notó que alguien le tocaba con feCon intención de tocarle.

Esta es una lección para sacar de esta historia: Muchos le tocaban, pero solo una mujer fue salva. Muchas religiones tocan a Cristo de alguna u otra manera, pero solamente los que le tocan con fe son salvos. Esta es la gran diferencia entre la religión y la salvación. La fe hizo la diferencia entre esta mujer que alcanzó a tocar el manto del Señor Jesús y los que le están tocando con sus ritos y actor religiosos.

Ella tuvo que confesar lo que había hecho temiendo y temblando, pero el Señor le dijo:

Ver.34

“Hija, tu fe te ha hecho salva; vé en paz, y queda sana de tu azote”.

¡Qué historia tan preciosa! ¡Qué testimonio de fe! Muchos se conforman con su religión y remedios terrenales, pero esta mujer fue salva por la fe.

¿Has oído de Jesús? ¿Has tocado su manto?—¡Hazlo hoy, y serás limpio!