Hch.13:1-3
La semana pasada estuvimos viendo a una iglesia que tenía unas cualidades que deberíamos desear para nosotros y nuestra iglesia. La iglesia de Antioquía era: Fiel, espiritual y misionera. Y una de las cosas que dijimos es que la iglesia es el reflejo de lo que tú y yo somos. Si nosotros no somos fieles, no tenemos una iglesia fiel. Si nosotros no somos espirituales, la iglesia no es espiritual. Y si nosotros no tenemos deseos de predicar el evangelio y ordenar a los que el Señor llame, no somos una iglesia misionera. Hoy quisiéramos ver alguna cosa más que debemos considerar en este pasaje.
1. ¿Quién envía?
Es evidente que es la iglesia local la que envía a los obreros a donde el Señor les llame. Son muchos los que desprecian o menosprecian la posición de la iglesia local. Se olvidan de que Dios opera a través de individuos, familias y por último, por medio de la iglesia local. Si nos fijamos, veremos que casi todas las epístolas del N.T. están dirigidas a iglesia locales. La llamada Iglesia Universal es un término que puede llevar a confusión.
La iglesia universal es la que se compone de todos los santos alrededor del mundo desde los apóstoles hasta el fin de la iglesia en el arrebatamiento. Pero cuando Dios inspira su palabra lo hace dirigiéndose a las iglesias locales. Incluso las epístolas de Pablo a Timoteo, Tito , a pesar de que se escriben a ellos, están indirectamente dirigidas a las iglesias de Éfeso y Creta. Cuando se dirige a Timoteo le dice: “Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte,
-para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad”.1Tim.3:15
¿A qué iglesia se dirige? —¿Cuál es la casa de Dios? —¿Cuál es la iglesia del Dios viviente? Es evidente que se refiere a la iglesia en la que Pablo le había dejado.—La iglesia de Éfeso. Unos cuando años antes Pablo se despedía de los ancianos en Éfeso, les dijo:
Hch.20:28 “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre”.
Es claro que la iglesia por la que Cristo murió es la universal. Pero, la iglesia a la que debían pastorear era a la de Éfeso. Cristo murió por todos aquellos que componen esa iglesia local. Notemos en este versículo también dice que fue el Espíritu Santo quien les puso por obispos para “apacentar la iglesia del Señor”. Aquellos obispos no tenían autoridad en otra iglesia que no fuera la suya. Dios dirigió, por su Espíritu, a escoger a aquellos obreros para servir en la iglesia local.
En Hch.13, es el Espíritu Santo escogió a Bernabé y a Pablo como misioneros para enviarlos. Pero lo que quisiera señalar es que esto se hace en la iglesia local. La Biblia no habla de ministerios para-eclesiales. El N.T. no habla de ONGs o ministerios que tratan de operar como iglesia locales sin serlo.
Hnos. debemos dar la importancia que tiene la iglesia local. Dios habla a través de ella. El Espíritu Santo escoge a sus siervos, ya sea para la iglesia: Diáconos, Ancianos y Pastores. O, sea para enviar a otros lugares para ministrar como pastor, misionero, evangelista, etc. Cuando Bernabé fue al grupo que se reunía en Antioquía, fue la iglesia que le envió.
Hch.11:22 “Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía”.
No pilló y dijo: Me voy para allá a ver qué está pasando; a lo mejor necesitan mi ayuda. ¿A quién se refiere cuando dice: “enviaron a Bernabé que fuese a Antioquía”? Esto es algo en lo que debemos reflexionar, Hnos. ¿Cuánto aprecio yo a la iglesia local en la que Dios me ha puesto?
Meditemos en cuánto amo yo la iglesia del Señor.