Nosotros somos imitadores de Dios

Éx.7:1-25

Es realmente apasionante la historia de la liberación de Israel de la esclavitud de Egipto. El brazo fuerte de Dios les sacó de forma gloriosa. Y de la misma forma nos sacó a nosotros, los que hemos creído, de otra esclavitud.

Faraón, como ya vimos la semana pasada, es un tipo de la carne o de Satanás. Primero no quiere que salgamos del mundo, y si ve que podría suceder, endurece la esclavitud en la que nos encontramos. Cuando alguien escucha el mensaje de salvación y liberación que se predica, el Espíritu comienza a convencer, y Satanás entonces deja un poco la cuerda. –Como el pescador.

Y nos sugiere: “Bueno, si quieres salir a adorar a Dios, está bien, pero hazlo mañana”.
El Espíritu te dice: “Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones”.
Insiste: “Entre tanto que se dice hoy”.
Y nos repite: “Hoy es día de salvación” —Pero el diablo nos dice: “Mañana mejor”.

Este problema no es solamente para la salvación. También aplica a cualquier decisión que el Señor nos indique que debemos hacer. Si has de tomar una decisión que tiene que ver con alejarte más de Egipto, no dudes que Faraón (Diablo) estará allí para decirnos: “Mañana tomarás la decisión”.

En este pasaje de Éxodo 7 leemos que la vara de Aarón se hizo culebra. Ver.10

Y también Faraón llamó a sus encantadores y hechiceros y ellos también lo hicieron. Vv11-12

También en el Ver.22, cuando Aarón toco con su vara el agua del río, se convirtió en sangre;
Y nos dice el texto que: «Los hechiceros de Egipto hicieron lo mismo”.
Aún después, en Éx.8:7, con respecto a la plaga de las ranas, se nos dice:

“Y los hechiceros hicieron lo mismo”.

Esto nos lleva a una reflexión: Satanás puede imitar algunos milagros de Dios. Pero no puede hacerlos siempre ni con todo.

En Éx.8:18, cuando llega la plaga de los piojos, dice el versículo:

“Y los hechiceros hicieron así también para sacar piojos con sus encantamientos; pero no pudieron”.

Y a continuación esos mismos hechiceros reconocieron:

Ver.19

“Dedo de Dios es este”.

Hnos. y amigos: Los demonios creen en Dios. Santiago nos dice:

Sant.2:19:

“También los demonios creen, y tiemblan”.

Ellos pueden reconocer que hay cosa que no `pueden hacer. Me llama la atención que pudieron hacer culebras de unos palos; Pudieron sacar ranas, pero no pudieron hacer algo muchísimo más pequeño que las culebras y las ranas. ¡No pudieron hacer piojos!

Y otra cosa: Ellos no pudieron quitar las cosas que Dios hacía. —¿Lo habías pensado?
Pudieron imitar algunas cosas, pero no tenían poder para deshacer lo que Dios había hecho.
Si hubiesen podido, habrían quitado las plagas que Dios enviaba. —¡pero no podían!
Podían haber evitado el desastre que suponía cada plaga, incluyendo la muerte de los primogénitos. —Pero no pudieron.

Tengamos en cuenta esto, porque el día de hoy es día de apostasía. Satanás está imitando todo lo que puede las obras del Espíritu. Está poniendo en duda la palabra de Dios entre los creyentes.
Está imitando la piedad en muchos hombre que tiene la piedad como forma de ganancia.

2Ti 3:4-5

“amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita”.

Satanás puede imitar a Dios (aunque solo hasta cierto punto), pero también puede imitar a un cristiano. Él puede imitar a un hijo de Dios en su andar, en su piedad, en su porte, en su hablar, etc…

Pero también podríamos decir que un verdadero hijo de Dios no debería poder imitar a Satanás.
Nosotros tenemos a Quien imitar. A nuestro Dios y Señor Jesucristo.

Quiera el Señor ayudarnos a vivir imitando a nuestro Salvador aunque haya demonios en derredor nuestro.
Somos hijos de luz, no de las tinieblas, andemos, pues, como hijos de luz.

Leer Efe.5:1-12