miércoles, noviembre 1

¡Más Cerca, Oh Dios, De Ti!

Por Alejandro Sánchez

La autora de la preciosa letra de este himno era hija de un prestigioso periodista, Benjamín Flower, quien en su juventud fue puesto seis meses en prisión por ser demasiado radical en sus escritos. Entre los amigos que le visitaban en la prisión había una joven de la que se enamoró, y poco después de salir de prisión se casaron. De esta unión nació Sara Flower. Era el 22 de febrero de 1805, en Harlow, Inglaterra.

Prometedora escritora como su padre, tenía muchos planes para su vida, pero su delicada  salud a menudo le impedía su consecución.

Se casó a la edad de 29 años con un ingeniero inventor llamado John Brydges Adams, pasando a llamarse Sara Flower Adams, como se la conoce como autora. Era el año 1834. Sin embargo, su vida no habría de ser muy larga. Llegó a vivir con su esposo tan sólo catorce años antes de que partiese con el Señor. Tenía 43 años de edad cuando llegó este momento.

El tema en que se inspiró para la letra de su himno en el original fue el pasaje de Gen. 28:10-22, la historia de Jacob en Betel, cuando soñó sobre la piedra que usó como almohada. Fue escrito en noviembre de 1840 y para el siguiente año se estaba publicando en Hymns and Anthems.  Según los expertos himnólogos esta letra está catalogada como la mejor letra para himno escrito por una mujer.

Aunque ella asistía a una Iglesia Unitaria, se convirtió posteriormente y fue miembro de una Iglesia Bautista en Londres.

Este himno ha sido traducido a multitud de idiomas. En 1910, durante la Convención Mundial de Escuelas Dominicales que se celebró en Washington D.C. se cantó en veintitrés lenguas distintas.

Se dice que el Presidente norteamericano McKinley murió con este cántico en sus labios. Además se cantó en su funeral. Pero lo más relevante es que este fue el himno que cantaban algunos mientras naufragaban en el trágicamente famoso Titánic, el 14 de abril de 1912, acompañados de una banda del barco.

Siendo que el himno fue compuesto con cinco estrofas, hemos preferido escoger la traducción de Vicente Mendoza frente a la de J.B Cabrera de quien sólo tenemos tres. Estas son sus palabras. Cántelas mientras las lee, serán de nuevo una bendición para su alma.

 

1-¡Más cerca, oh Dios, de Ti, más cerca, si!

Aunque una dura cruz me oprima a mi,

Será mi canto aquí: ¡Más cerca, oh Dios, de Ti!

¡Más cerca, si, más cerca, si!

2- Y si cual Israel, rendido el pie,

En piedra de Betel me recosté,

En sueños aún te vi y estuve junto a Ti.

¡Más cerca, si, más cerca, si!

 

3-La escala sigo yo que al cielo va;

Por gozo o por dolor quiero ir allá.

Un ángel venga a mi para ir con él a Ti,

¡Más cerca, si, más cerca, si!

4-Y luego al despertar Te alabaré;

De gracias un altar levantaré.

Mi corazón allí más cerca está de Ti,

¡Más cerca, si, más cerca, si!

5-Y cuando al fenecer volando allá

Con inmortal placer Te vea ya,

Mi canto será allí: Más cerca oh Dios de Ti,

¡Más cerca, si, más cerca, si!