Luz es para las tinieblas

Jn.1:5 “La luz en las tinieblas resplandece”.

Cuando Dios creó los cielos y la tierra, se nos dice que la tierra estaba en tinieblas. Y Dios dijo: “Sea la luz”.

Y apareció la luz deshaciendo las tinieblas.

Dios no creó la luz el primer día. Lo que hizo fue ordenar que la luz apareciese.

Y no creo lo que dice Scofield: la luz del Sol se hizo ver porque ya había sido creado.

Creo que desde el principio todas las cosas físicas tienen enseñanza espiritual.

De modo que la oscuridad tiene enseñanza al ponerse en contraste con la Luz.

Hay guerra continua entre las tinieblas y la Luz.

Por toda la Biblia se puede ver esta batalla continuada entre el reino de las tinieblas y el reino de la luz

Y si las tinieblas tienen como rey al mismo Satanás, también la luz tiene por Rey al Hijo de Dios.

En la Biblia el concepto de luz y tinieblas se relaciona a menudo con lo bueno y los malo, Santidad y pecado. La visión espiritual y la confusión y ceguera.

Cuando somos salvos pasamos de un estado de tinieblas a un estado de luz.

Col.3:13 “El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo”.

1Pe.2:9 “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”.

La luz tiene que ver con la verdad, la justicia y la santidad.

Tiene que ver con los principios, doctrinas y enseñanzas de Dios.

Es por eso que el Señor nos dice que no ponemos la luz debajo del almud.

Mat.5:14-16 “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15 -Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. 16 -Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”.

Jn.1:5 nos dice: “La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella”.

Puesto que somos la luz del mundo, debemos reflejar la luz de Cristo.

Pablo les dice a los efesios:

Efe.5:11-13 “Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; 12 – porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. 13 -Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo”.

El tema de la luz es inagotable, pero me gustaría hacer una aplicación sobre lo que nos dice el libro de Proverbios.

Pro.6:20 y 23 “Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, Y no dejes la enseñanza de tu madre;”

23 – “…Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz”.

El tema de la luz ahora tiene que ver con la enseñanza a los hijos.

El padre es la lámpara del hogar. —La madre es la luz del hogar.

Pero la lámpara y la luz deben ir juntas para iluminar al niño y apartarle de las tinieblas en las que ha nacido.

Unos padres creyentes harán todo lo posible para dar luz a sus hijos. –Para que no anden en tinieblas.

El hijo que no acepta la luz de sus padres andará en tinieblas.

Y los padres que sean negligentes en dar luz a sus hijos, llevarán su culpabilidad también.

Tendrán parte de la responsabilidad en que sus hijos vivan en tinieblas y lejos de Dios.

La lámpara es el mandamiento del padre. —La luz es la enseñanza de la madre.

Pero la lámpara necesita la luz y la luz necesita la lámpara.

Juntos irán abriendo los ojos del entendimiento de sus hijos para que vaya entrando la luz de la Palabra de Dios.

Así un día tu hijo podrá decir con toda sinceridad:

Sal.119:105 “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino”.

No podemos ser negligentes con la enseñanza de nuestros hijos.

Si queremos que anden en luz, tendremos que enseñarles el camino de la luz.

El príncipe de las tinieblas tiene mucho interés en tus hijos.

Pero recordad esto, queridos padres: —la luz echa fuera a las tinieblas.

Recuerda: “La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella”.

¿Quién les enseñará el camino de la luz? —El padre es lámpara y la madre es luz.

Ellos son los que Dios ha puesto para que los hijos lleguen a andar en Sus caminos.

No os canséis de darles luz y más luz, y más luz, porque las tinieblas las lleva dentro hasta el día en que conozcan a Aquel que es La Luz verdadera.

Las tinieblas no se pueden combatir con otra cosa que con la Luz. —Y hay Luz más poderosa que la luz del Sol.

En la ciudad celestial, nos dice Juan en Apocalipsis, que no habrá más Sol: el Cordero será su lumbrera.

Si somos hijos de luz, andemos dando luz; y mayormente a los de nuestra casa.