Las prioridades en orden

Leyendo esta semana en el evangelio de Mateo me vino este pensamiento que hoy uso como devocional.

Mat.10:5 “A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis”.

El Señor acababa de escoger a sus doce apóstoles y a continuación les da una orden muy específica.

Les prohibe ir a los gentiles y a los samaritanos. —Y pudiera parecer algo extraño que el Señor les dijera esto.

Sin embargo el siguiente versículo nos aclara algo importante.

Ver. 6 “…sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel”.

Este “id antes” nos aclara que el Señor tenía una prioridad que debía cumplirse.

Al decir antes, estaba infiriendo que después habría lugar para ir a los gentiles y samaritanos.

Lo que se nota aquí es que el Señor tenía una prioridad y la cumplió.

Porque, después sería él mismo de quien se diría que: “le era necesario pasar por Samaria”.

Sería él mismo quien dijo: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”. Mar.16:15.

Porque, cuando el Señor estaba hablando con la mujer samaritana, le dijo:

“…porque la Salvación viene de los judíos. —De manera que ellos debieron ser los primeros.

Primero debía ser predicado el evangelio al pueblo escogido de Dios. —A Israel.

Adentrándome en este pensamiento, me di cuenta que el Señor tiene un orden de prioridades.

Y por medio de Su Palabra nos la enseña a nosotros.

Veamos varios casos:

Mar.7:25-30 Nos narra la historia de aquella mujer que pedía al Señor por su hija, y el Señor le contestó:

Deja primero que se sacien los hijos, porque no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos”. 

Esto nos habla de una prioridad: Primero los hijos, haciendo referencia a los de su pueblo.

Para mí esto demuestra que el orden de prioridades es importante para Dios.

Pero veamos otros dos casos en los que el Señor nos enseña a nosotros sobre las prioridades que debemos tener.

1Tim.5:8 “porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo”.

Estas palabras ponen la prioridad en la provisión para la propia familia primero.

Porque si alguno no provee para los suyos, y principalmente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.

En Ver.4 del mismo pasaje leemos: “Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan éstos primero a ser piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios”.

Este es el orden de prioridades correcto y adecuado delante de Dios.

Otro caso lo encontramos en:

Gál.6:10 “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe”.

Este es otro orden de prioridades que debemos tener en cuenta.

Si hablamos de atender a las necesidades el orden es obvio: Primero los de tu casa, luego la familia de la fe. Luego los demás.

Recordemos las palabras del Señor: “no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos”.

La conclusión es que Dios no hace acepción de personas, pero si nos enseña un orden de prioridades.

Ahora nos toca a nosotros examinar cuál es nuestro orden de prioridades.

“Buscad primero el reino de Dios… nos muestra una prioridad sobre las demás cosas.

También la vida espiritual de nuestros hijos debe ser una prioridad máxima en nuestras vidas.

La lectura de la Palabra con los tuyos debe ser una prioridad en nuestras vidas.

La vida de oración debe ser una prioridad en nuestras vidas.

La asistencia a la iglesia debe ser una prioridad sobre muchas otras cosas en nuestras vidas.

El amor y la comunión entre hermanos debe ser una prioridad para los creyentes.

Debemos tener preferencia por nuestra vida espiritual antes que por la vida física.

No podemos vivir nuestras vidas sin orden de prioridades bien claras y definidas.

No tener este orden de prioridades es vivir una vida desordenada.