miércoles, noviembre 1

La gracia sobreabunda

Rom.5:20 “Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia”.

No hace mucho, mientras leía el libro de los Jueces, me entretuve en contar los años en que Israel estuvo alejado de Dios y los años que el Señor les enviaba un juez para que les ayudara. No es momento para explicar los años que cada uno estuvo en dominio, ya sean los enemigos de Israel o los jueces que les libraban.  Pero sí me parece importante resaltar el resultado. El tiempo de los Jueces fue un tiempo de apostasía de Israel.  Una y otra vez se alejaban de Dios yendo en pos de otros dioses o siendo desobedientes a Él. Pero es una bendición, en medio de todo este caos, ver como el Señor es siempre paciente y benevolente con su pueblo. Su misericordia y su gracia estaban siempre detrás del pueblo que Él había escogido. Se hace verdaderamente incomprensible comprobar en este libro, quizá de los peores de la Biblia, como la gracia es siempre mayor que el pecado.

Jos.2:11-19 LEER

Ver.18 “Y cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová era movido a misericordia por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían”.

Los años que me dieron sumando los tiempos de apostasía y los tiempos de los jueces cuando el Señor les libraba, me da 410 años. —(Salvo los años que estuvo el juez Samgar. – No se nos dice.) Algunos de estos años se solapan y no sabemos exactamente cuántos fueron en total. —Algunos sitúan el tiempo de los Jueces entre el 1.400 y el 1.090 = Unos 310 años. Pero lo que me llamó poderosamente la atención es la gracia de Dios para con ellos. Cada vez que se apartaban de Él, hemos leído que el Señor tenía misericordia, y les daba lo que no merecían. 

Fijémonos: del total de 410 años, tuvieron opresión por 114 años.
Mientras que el tiempo de las misericordias de Dios para con ellos fueron 296 años.
Esto nos enseña lo que leíamos al principio: “mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia”. Dios les permitió 114 años de opresión como respuesta a sus maldades.  Pero les concedió 296 años de misericordia.

Hnos. pienso que esto es una gran lección para nosotros. Dios es paciente para con nosotros. —Tiene sublime gracia y grande misericordia con los suyos. Esto no quita que haya veces en las que nos permita estar en opresión por causa de nuestras maldades y desobediencias.  Dios amonesta y castiga a los que ama, pero acaba por darnos su misericordia cuando clamamos a Él. Israel se hubiese ahorrado 114 años de opresión y sufrimiento si hubiesen permanecido en los caminos de Dios. Y Dios tuvo que dejar que pasasen por esos sufrimientos, pero en cuanto ellos suplicaban Su ayuda, allí estaba Él para socorrerles. —Un claro ejemplo fue Sansón. No lo merecían en absoluto, pero Dios tuvo mucha gracia para con ellos. Tuvieron que pasar por 7 apostasías. —Pero el Señor les proveyó 12-13 jueces para ayudarles. Durante aquellos años sufrieron 114 años, — ¡pero tuvieron 296 años de gracia! 

Hnos. solamente tenemos que pensar por un momento la gracia que el Señor ha tenido para contigo/conmigo. Seguro que hemos pasado por tiempos angustiosos, y muchas veces por propia culpa.  Pero, ahora pensemos en la gracia que el Señor ha tenido y está teniendo contigo/conmigo. Recordemos al mismo tiempo que la gracia de Dios para contigo es para atraerte a él. —Para atraernos a Él. Pablo dijo con toda razón:

“…¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera”.

¿Tú crees que la gracia del Señor para contigo es para que vivas despreocupado de si pecas o no? ¿Crees que la gracia es un colchón que amortigua tus caídas?  —Esto sería mal entender la Gracia de Dios.  Podríamos estar tentando a Dios. — Hace falta clamar a Dios para que te de su gracia. —Y Él te la dará, pero no para que te recrees en tus pecados. En cuánto valoras la gracia que Dios tiene para contigo/conmigo. 

Su gracia admirable debe hacernos volver a sus caminos. Considera esto unos momentos.