Dos descansos diferentes

Mat.11:28-30

Estos versículos tienen una importancia singular porque son una invitación clara del Señor mismo. El Señor Jesús vino a este mundo a morir para darnos vida. El domingo pasado por la tarde hablamos de que Él es el Buen Pastor. Y uno de los versículos decía: “Yo soy el Buen Pastor, el Buen Pastor su vida da por las ovejas”. Él vino a salvar lo que se había perdido. — Vino a salvar a los enfermos, a los necesitados.

El Señor Jesús decía: Los sanos no tienen necesidad de médico. Y claramente decía con ello. Los que creen que no necesitan salvación, no ven su necesidad. En los Evangelios Sinópticos se repiten las mismas palabras ante el mismo hecho. Los religiosos judíos se escandalizaban de que el Señor comiese con publicanos y pecadores. Ellos se tenían por justos, y condenaban el hecho de que Jesús se juntase a comer con esta “gente”. Y les dijo estas palabras: Mat.9:12 “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos”.

Mar.2:17 “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores”.

Luc.5:31-32 “Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento”.

A éstos, a los que no se tienen por justos, el Señor les extiende la invitación.

Mat.11:28 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”.

Venid a mí los que sentís las cargas de vuestros pecados, y yo os daré descanso para vuestras almas. Aquellos que justifican sus pecados, están diciendo que no necesitan ser justificados. Pero a aquellos a los que les pesa y les duelen sus pecados, el Señor los recibe y les justifica.

Rom.5:1 nos dice: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”.

Pero en el pasaje que hemos leído al principio el Señor nos habla de otro descanso. Si nos fijamos, el Señor nos habla de dos descansosCada uno es diferente del otro.

—El primero, para las almas que necesitan salvación.
—El segundo es para los que ya tienen el primer descanso.

El descanso tiene dos partes: El primero es para dar descanso a las almas atribuladas y perdidas. El segundo descanso es diferente. —Es un descanso que se basa en el servicio.

Parece una contradicción. ¿Descansar sirviendo?

El descanso de llevar SU yugo viene después de haber tenido SU descanso del Ver.28. El grave problema de las religiones es que ponen yugos sobre los que no han pasado por el primer descanso. El segundo reposo no viene sin haber pasado por el primero.

Servir al Señor sin haber nacido de nuevo es una penitencia, una carga muy gravosa; no un gozo. Se tiene que soportar por amor a la religión y no a Cristo, a quien nos se conoce de manera personal. Ese no es el yugo del que habla el Ver. 29: “Llevad mi yugo sobre vosotros”. El yugo del Señor es para los que le conocen.  —(Los que son sus ovejas).

El Ver.30 nos dice que ese yugo del Señor es “fácil”.

La palabra significa también: que es bueno.  —Alguien ha traducido: “Que se ajusta bien”. Esta es una paradoja que sólo se resuelve cuando vamos a Cristo en sinceridad de corazón. Es entonces cuando experimentamos de veras lo que ahora aparenta ser contradictorio. Ese descanso que experimentamos cuando hemos venido a Cristo, hace que el yugo del Señor sea fácil y la carga, ligera; — no pesada.

Los judíos tenían la carga de la Ley; los religiosos modernos tienen la carga del desconsuelo. Pero el yugo del Señor está hecho a la medida tuya; —No te viene grande ni pequeño. La carga es ligera: ¿A quién le pesa servir a Aquel a quien ama?

Para terminar, fijémonos en algo: El primer descanso lo da el Señor:

Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

El segundo descanso hay que encontrarlo: “y hallaréis descanso para vuestras almas”. ¡Para el creyente, el verdadero descanso está en servir a Cristo! ¿No eres feliz en tu vida cristiana? —Eso es porque no le estás sirviendo.

Meditemos en esto un momento: ¿Has ido al Señor para que te dé el descanso para tu alma?

La segunda pregunta es: ¿Has hallado el descanso que viene de llevar su yugo (servicio)?