Dios Tiene Maneras de Captar Nuestra Atención

Cuando Dios quiere captar nuestra atención para hablarnos, tiene distintas maneras de hacerlo.
El caso de Moisés:
Éxo.3:2

“Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí”

Dios tenía algo que decirle a Moisés y captó su atención con la zarza ardiendo.
*Dios habló por medio de sueños. A José, —al copero —al panadero real —a Faraón. (Vacas flacas)
*Dios quitó el sueño al rey Asuero para que leyera en los libros a cerca de Mardoqueo y llegar a interrumpir el juicio que Amán iba a hacer contra Mardoqueo y los judíos. En este relato vemos un montón de “casualidades”, una detrás de otra.

Qué casualidad que “Aquella misma noche se le fue el sueño al rey, y dijo que le trajesen el libro de las memorias y crónicas, y que las leyeran en su presencia”.
Qué casualidad que “Entonces hallaron escrito que Mardoqueo había denunciado el complot de Bigtán y de Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta, que habían procurado poner mano en el rey Asuero”.
Qué casualidad que el rey preguntó: “¿Qué honra o qué distinción se hizo a Mardoqueo por esto? Y respondieron los servidores del rey, sus oficiales: Nada se ha hecho con él”.
Qué casualidad que vino Amán a aquella misma hora. “Entonces dijo el rey: ¿Quién está en el patio? Y Amán había venido al patio exterior de la casa real, para hablarle al rey para que hiciese colgar a Mardoqueo en la horca que él le tenía preparada”.

Qué casualidad que el rey le preguntara precisamente a Amán: “¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey? Y dijo Amán en su corazón: ¿A quién deseará el rey honrar más que a mí? Y, Qué casualidad que lo que Amán pensaba que sería para él, había de ser para aquel para quien había preparado la horca: Mardoqueo.

Las casualidades de la vida no son casualidades, sino designios de Dios. Dios habla a través de las “casualidades” de la vida.
Muchas veces Dios trata con nosotros a través de esas “casualidades” de la vida.
De hecho no son casualidades sino causalidades. Dios nos habla fundamentalmente de cuatro maneras:

1. por medio de Su Palabra, 2. de Su Espíritu Santo, 3. de otras personas y 4. de las circunstancias de nuestra vida.

La pregunta importante debe ser: ¿Escucho cuando Dios me habla?
¿Te capta el Señor tu atención cuando lees Su Palabra?
¿Oyes la voz del Espíritu Santo cuando te habla?
¿Escuchas cuando Dios pone personas delante de ti para decirte algo por medio de ellas?
¿Atiendes a las diferentes circunstancias que vienen a tu vida? —¿Esas “casualidades”?
Hnos., podemos estar viviendo nuestras vidas como un vegetal espiritual.
Insensibles a la voz de Dios. —Sin percibir lo que pasa a nuestro alrededor.
Nos limitamos a existir y no vivimos conscientes de la presencia de Dios en todas nuestras cosas.
Debemos ver a Dios en todas las cosas y circunstancias que nos rodean.
Reconócelo en todos tus caminos.

Pro.3:5-8

“Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu
propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal;
Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos”.

Hnos., debemos poner atención al Señor cuando leemos su Palabra, cuando el Espíritu nos habla, debemos estar atentos cuando el Señor quiere usar a alguna persona para hablarnos, y debemos estar alertas en las circunstancia de nuestra vida diaria.
Pero también debiéramos responder como lo hizo Moisés con Dios le llamó la atención para hablarle: “Heme aquí».