Cuatro señales de los últimos tiempos

Mat.24:5-14

Lo primero que hemos de recordar al hablar de los últimos tiempos, es que no nos referimos al fin del mundo.

Para llegar al fin del mundo entendemos que, como mínimo faltan más de mil años.

De manera que no hay tal cosa como que llega el fin del mundo.

Lo que sí está llegando es el fin de esta forma de vida que tenemos ahora.

Cuando llegue la llamada Gran Tribulación, según entendemos, pasarán siete años, que es la última semana de las 70 de que habla Daniel en su profecía.

Puesto que esta semana es la que falta para que se cumplan las 70 semanas que están preparadas para Israel, entendemos que esto refiere a Israel.

Por tanto, no tiene nada que ver con la Iglesia, que será arrebatada justo antes del comienzo de esa Gran Tribulación.

La Gran Tribulación es un juicio que Dios mandará sobre este mundo antes de comenzar su reino de mil años sobre la tierra.

A partir de ahí el tema vuelve a ser el pueblo de Israel. —El Señor tratará con Israel.

Tanto el reinado físico desde Israel, como el linaje de quien se ha de sentar en el trono son promesas hechas a David.

Si observamos, en el relato del milenio que se encuentra en Apocalipsis 20, no hay detalles sobre esos mil años. —Si queremos información sobre las cosas que acontecerán tendremos que ir a los profetas del AT.

Por ejemplo, en Isaías habla sobre este reino en diferentes capítulos.

Aquellos en que se nos habla del buey y el león andarán juntos. —Lee: Isa.11:6-8 y 65:19-25.

Ahora bien, debemos saber que antes que venga esa Gran Tribulación, habrán de suceder ciertas cosas.

Estas son algunas de las cosas que hemos de ver para poder decir que el Señor viene pronto a buscarnos, y con ello comenzar los últimos planes para Israel.

No hace falta hablar de los desastres que por terremotos, maremotos, epidemias, enfermedades raras e incurables y un largo etc. nos hablan de los finales del tiempo.

Bástenos fijarnos en cuatro de esas cosas que han de pasar.

Y estas cuatro cosas son cuatro señales que cada vez más se han hecho evidentes desde hace 60 años.

  1. La violencia y la inmoralidad han crecido enormemente.

¿Quién hubiese dicho hace sesenta años que veríamos lo que hoy se ve y se oye?

Las calles son un estrado de inmoralidad y de violencia cada vez más explícita y abierta.

Cada semana una o dos mujeres son asesinadas por sus maridos o parejas.

Cada poco oímos de alguien que ha sido acuchillado o tiroteado.

Mat.24:17 “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre”. ¿Cómo eran aquellos días? “Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia”.Gén.6:11.

  1. Por otro lado, la frialdad y tibieza de los creyentes.

No hace falta ahondar mucho en nuestro cristianismo de hoy que está lleno de tibieza. Laodicea. Apo.3.

El Señor lo advierte en Mat.24:12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”.

Cristianismo que vivimos hoy no se parece mucho al que la Biblia nos enseña.

Pero hubo tiempos en que los cristianos tenían por suma meta el ser fieles al Señor.

Había calor y amor por las Escrituras, por leerlas y meditar en ellas.

  1. Un odio creciente por el cristianismo y el evangelio. —Los cristianos perseguidos y martirizados de manera alarmante. —Aunque a nosotros en occidente no nos parece que sea tanto, son muchos los que mueren por su fe en nuestro tiempo postmoderno.

En países como Afganistán, Somalia, Sudán, Pakistán, Eritrea, Libia, Irak y Yemen mueren cristianos cada día. Pese a ocupar el cuarto puesto, Pakistán es la región donde los cristianos sufren mayor brutalidad. (Datos tomados de ABC, 10 de enero, 2018).

Mat.24:9 “Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre”. —Esto es para los creyentes aunque también para los judíos.

  1. El evangelio será predicado en todo el mundo. —Gracias a los medios de comunicación el evangelio ha llegado a todo el mundo. —Esto no significa que el verdadero evangelio sea creído.

Hnos., consideremos bien en qué tiempo estamos viviendo. —Examinemos nuestro tiempo.

El Señor no nos ha dicho el día ni la hora en que vendrá a buscarnos, pero sí nos ha dicho cómo serán los tiempos cuando vaya a venir.

Mat.24:32-33“De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.  Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas”. —Hnos., no vivamos despistados. —Estemos atentos a Su venida.