¿Cuál es nuestro tesoro?

Mateo 13

Este capítulo se podría llamar “El Reino de los Cielos en Parábolas”.
Todo el capítulo está hablando del Reino de los Cielos es semejante a…
Hay siete parábolas en este capítulo que nos explican diversos aspectos del reino de los cielos. La frase: “el reino de Dios” se ve 68 veces en 10 libros del N.T.
La frase: “el reino de los cielos” se puede ver 32 veces, y solamente se emplea en Mateo.
Hay mucho debate con respecto a si estas dos frases apuntan al mismo reino o son diferentes. Pero no es este nuestro tema de hoy.

En los vv.44-46 LEER – tenemos dos parábolas muy cortas.

La primera se refiere a un tesoro escondido que un hombre encuentra en un campo que no es suyo. Y se nos dice que vende todo lo que tiene y compra el campo con el tesoro que había encontrado. La segunda parábola nos habla de un mercader que buscaba perlas, pero cuando encontró la perla preciosa, vendió todo lo que tenía y compró la perla.

Notemos que en ambos casos encontramos una frase igual:
“vende todo lo que tiene, y compra”.
“vendió todo lo que tenía, y la compró”.

Hnos. hay aquí una lección tremenda.
Cuando uno halla su tesoro; cuando encontramos lo que estábamos buscando, lo dejamos todo. Hemos encontrado nuestro tesoro, en ello ponemos nuestro corazón sin importar el sacrificio. Hay al menos tres casos en la Biblia que nos sirven de ejemplo de no importar lo que se tiene sino lo que se ha encontrado.

1. Moisés Heb.11:24-26

“Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón”.

Moisés actuó así porque había algo mejor para él que los deleites y tesoros de Egipto.

2. María – Mar.14:3-5 LEER
El perfume estaba valorado en más de 300 denarios. (Un denario era el pago de un día de trabajo). De manera que María derramó sobre la cabeza y los pies del Señor Jesús el salario de todo un año de trabajo en un momento.

¿Por qué no le importó? —Al contrario que a Judas. —Porque allí estaba su tesoro.
No le importó el gasto que podía suponer. No fue un despilfarro para ella.
Su Señor se lo merecía.

3. Pablo – Este hombre cuando encontró su tesoro, vendió todo lo que tenía para conseguirlo.

Fil.3:7

«Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo

Este es un buen ejemplo de alguien que encuentra su “perla” o su “tesoro” y lo deja todo. Y pregunto en este momento: ¿Has encontrado tu tesoro? ¿Qué hay en esta vida que te animara a dejarlo todo para conseguirlo? ¿Hay algo por lo que estarías dispuesto a “vender” todo por conseguir esa “perla preciosa”?

El Señor nos dice que allí donde esté nuestro tesoro estará también nuestro corazón – Mat.6:21.
¿Dónde está tu corazón en tu vida? ¿Por qué cosa venderías todo lo que tienes para conseguirla?
¡Oh, si nuestro tesoro fuese el Señor Jesús! ¡Cuánto necesitamos poner el valor las cosas que están en nuestras manos!

Quiera el Señor ayudarnos a ver dónde se encuentra nuestro verdadero tesoro y nos ayude también a perder algo para ganar a Cristo.