Conforme a las Escrituras

1Cor.15:3-4 

Es significativo que Pablo haga este énfasis en las palabras: “conforme a las Escrituras”.

La intención de Pablo y del Espíritu Santo, por medio de quien escribía, era poner su autoridad sobre la revelación divina. —La Palabra de Dios.

La muerte de Señor Jesús, su sepultura, y su resurrección corporal, estaba escrito en la Palabra de Dios.

Hay muchos que no entienden que estuviese escrito que habría de morir por nuestros pecados.

Pero es que ese “detalle” tan importante para todos nosotros está en que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras”.

De manera que esto también estaba escrito.

Si todo lo que se dijo en profecía que ocurriría con la venida del Señor se cumplió, ¿por qué no habría de cumplirse lo que se dijo de él sobre su muerte por todos:

Veamos estos pasajes tan conocidos:

Zac.12:10: “Mirarán a mí, a quien traspasaron». ¿De qué nos habla este versículo? De su muerte y resurrección.

Isa.53:6-9 “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca”. 

En este pasaje se nos habla tanto de su muerte como de su sepultura.

Dan.9:26 “después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí”. Habla de su muerte.

Y con respecto a su resurrección podemos leer:

Isa.53:10-11 “Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos”. 
Podemos ver, pues, que la muerte del Señor Jesús por todos nosotros, como dice Pablo; su sepultura y su resurrección se encuentran en las profecías.

Por eso nuestra lectura de hoy nos habla diciendo: “conforme a las Escrituras”.

Las profecías fueron las señas de identidad (huellas) de que Jesús era el Mesías prometido en las Escrituras.

Nadie pudo cumplir en sí mismo, en su vida, y en las circunstancias que le rodearan, todo lo que se dijo de Cristo desde el principio de la Revelación en Génesis.

Se dice que hay en el A.T. más de ¡300 profecías dirigidas al Señor Jesús! ¡Y todas se cumplieron en Cristo!

Era como la descripción de un traje muy especial que solamente podría venir bien a una persona.

¡Nadie más pudo llevar este traje!

Y esta verdad es tan transcendental, que, si no hubo resurrección, Los creyentes seríamos falsos testigos.

El Espíritu Santo por medio del apóstol Pablo, nos dice: “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”, Rom.10:9.

Nadie puede ser salvo si no cree en la resurrección de Cristo. —Así de importante es esta doctrina.

Y creer en la resurrección de Cristo significa que murió y fue sepultado antes de resucitar.

Esa es la razón por la que este capítulo 15 fuese escrito.

Al comenzar se nos dan referencias a esa resurrección por medio de las personas que le vieron.

Apareció a Cefas (Pedro), a los doce, a más de 500 personas a la vez, después a Jacobo, después a los doce otra vez, y por último apareció a Pablo después de que el Señor hubiera ascendido a los cielos.

De manera que podemos decir que la resurrección del Señor Jesucristo nos muestra…

  1. Que Dios no miente. Todas las profecías concernientes al Mesías se cumplieron.
  2. Que el sacrificio de Cristo como Cordero de Dios fue acepto en los cielos.
  3. Que, habiéndose llevado a cabo el sacrificio, y habiendo sido acepto en la presencia del Padre, su muerte, sepultura y resurrección es eficaz para todos los que le invocan.

Si estás escuchando esto y todavía tienes dudas sobre la resurrección del Señor Jesús, por la Palabra de Dios te digo que todavía no eres salvo/a.

Porque para ser salvo hay que confesar Jesús es el Señor y creer con todo tu corazón, sin resquicio de duda, que Dios le levantó de los muertos.

Los Vv.16-17 nos dicen: “Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. 

Quiera el Señor darte un convencimiento pleno de que Cristo resucitó y está a la diestra del Padre.